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Astragalus membranaceus: Adaptógeno, apoyo inmunológico y defensa interna
Astrágalo (Astragalus membranaceus) es una planta cuya raíz, también conocida como Huang Qi, ha sido utilizada durante siglos en la medicina tradicional china para restaurar la energía vital, favorecer la recuperación tras una enfermedad y proteger el organismo en períodos de agotamiento físico o emocional. Las investigaciones modernas siguen confirmando su amplia gama de beneficios.
El astrágalo ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y equilibrar los procesos inflamatorios, reduciendo la carga general sobre el cuerpo durante el estrés o la enfermedad. Mejora la función de las mitocondrias (las centrales energéticas de las células), favorece la recuperación de la fatiga y optimiza la filtración y la circulación renal. Los estudios también destacan su potencial antidiabético: el astrágalo puede mejorar la sensibilidad a la insulina y ayudar a reducir los niveles de azúcar en sangre. Gracias a su capacidad para inhibir el crecimiento celular anormal y activar los mecanismos de defensa inmunitaria, también muestra prometedoras propiedades anticancerígenas. Además, puede ralentizar el envejecimiento celular y favorecer la fertilidad masculina.
¿Quién puede beneficiarse del astrágalo?
✔ Si te enfermas con frecuencia o sientes que tu sistema inmunológico está debilitado, el astrágalo activa naturalmente los mecanismos de defensa del cuerpo, aumentando la resistencia a las infecciones y acelerando la recuperación.
✔ Si sufres de fatiga crónica, te cansas fácilmente o te recuperas lentamente después de un esfuerzo físico o mental, los polisacáridos y antioxidantes activos del astrágalo apoyan la función mitocondrial, mejoran el metabolismo energético y reducen la inflamación de bajo grado, común en estados de agotamiento.
✔ Si tomas medicamentos, entrenas a alta intensidad o sigues una dieta alta en proteínas, el astrágalo puede ayudar a reducir la sobrecarga renal, apoyar la función de filtración y disminuir los niveles de proteínas en la orina, un marcador temprano de estrés renal.
✔ Si vives bajo estrés crónico, el astrágalo ayuda a equilibrar la respuesta inmunitaria al reducir citocinas proinflamatorias como IL-6 y TNF-α, que suelen permanecer elevadas durante el estrés y dificultan la recuperación.
✔ Si controlas tu azúcar en sangre, eres propenso a problemas metabólicos o tienes exceso de peso, el astrágalo puede mejorar la sensibilidad a la insulina, estabilizar los niveles de glucosa y reducir la inflamación asociada con la acumulación de grasa visceral.
✔ Si deseas favorecer la salud cardiovascular, el astrágalo mejora la microcirculación, protege los vasos sanguíneos de la inflamación y ayuda a mantener la elasticidad capilar.
✔ Si buscas proteger tu organismo de cambios patológicos o relacionados con la edad, el astrágalo puede ralentizar el envejecimiento celular al activar la telomerasa y proteger el ADN, además de favorecer la detección y eliminación de células atípicas, reduciendo el riesgo de cáncer.
Cómo tomar Astrágalo correctamente
- Dosis recomendada: 1–2 cápsulas al día. Este rango apoya eficazmente la inmunidad, los niveles de energía y la recuperación general. Es mejor comenzar con 1 cápsula diaria e incrementar la dosis si es necesario.
- Dosis máxima: Hasta 4 cápsulas al día (2000 mg de extracto). Estas dosis han sido utilizadas en estudios clínicos y fueron bien toleradas por la mayoría de los participantes. Sin embargo, dado que los efectos a largo plazo de dosis altas no están completamente comprendidos, se recomienda aumentar gradualmente mientras se monitorea el bienestar.
- Mejor momento para tomarlo: En cualquier momento del día. Idealmente, en la mañana o primera parte de la tarde, ya que algunos usuarios reportan dificultades para conciliar el sueño cuando lo toman tarde en la noche. Si tienes el estómago sensible, tómalo con comida.
- Duración del uso: Al menos 4 semanas. Un efecto estable suele alcanzarse después de 2–3 meses de uso continuo. Los estudios han demostrado que incluso hasta un año de uso no causa efectos adversos. Los beneficios son acumulativos, por lo que las primeras mejoras suelen notarse dentro de 1–2 semanas de consumo regular.
¿Cómo actúa el Astrágalo?
Los compuestos activos del astrágalo (principalmente polisacáridos y saponinas) activan una serie de mecanismos protectores en el organismo. Los polisacáridos estimulan directamente elementos clave del sistema inmunológico: aumentan la actividad de los macrófagos (células que detectan y engullen virus y bacterias), estimulan las células T (que coordinan respuestas inmunitarias y detectan células infectadas) y aumentan la actividad de las células asesinas naturales (NK), encargadas de eliminar células mutadas o infectadas por virus. Como resultado, el cuerpo responde más eficazmente a infecciones y se recupera más rápido de enfermedades o estrés físico.
Curiosamente, este mecanismo de estimulación inmunitaria también es responsable del potencial anticancerígeno del astrágalo. Estudios en modelos animales y celulares han demostrado que el astrágalo puede ralentizar el crecimiento de células tumorales al mejorar la vigilancia inmunitaria y suprimir vías inflamatorias involucradas en la progresión del cáncer.
Las saponinas, en especial los astragalósidos, desempeñan un papel clave en la modulación de la inflamación. Reducen los niveles de citocinas proinflamatorias como IL-6 y TNF-α, que suelen elevarse durante el estrés crónico, el sobreentrenamiento o enfermedades. Al reducir la inflamación sistémica, el astrágalo ayuda a que el cuerpo se recupere de manera más eficiente, mejora el bienestar general y retrasa el envejecimiento de los tejidos.
El astrágalo también favorece la producción de energía celular al proteger las mitocondrias, los orgánulos responsables de generar ATP. En condiciones de inflamación y estrés oxidativo, la función mitocondrial se ve afectada. Los compuestos activos del astrágalo estabilizan las membranas mitocondriales, reducen los niveles de radicales libres y ayudan a mantener un metabolismo energético eficiente. Esto es crucial para el cerebro, los músculos y el sistema inmunológico, especialmente en períodos de alta demanda física o mental.
Sus efectos protectores sobre los riñones se deben a la reducción de la permeabilidad capilar y al apoyo de los procesos de filtración. Se ha demostrado que el astrágalo reduce los niveles de proteínas en la orina, un indicador temprano de estrés renal, particularmente relevante en dietas altas en proteínas, entrenamientos intensos o el uso de ciertos fármacos.
El astrágalo también influye en la enzima telomerasa, que ayuda a ralentizar el envejecimiento celular al mantener la longitud de los telómeros, las estructuras protectoras en los extremos de los cromosomas. Al activar la telomerasa, el astrágalo ayuda a que las células conserven su capacidad regenerativa y resistan el deterioro asociado con la edad.
Finalmente, el astrágalo tiene un efecto beneficioso en el metabolismo de la glucosa. Sus compuestos activos mejoran la sensibilidad a la insulina, ayudan a regular los niveles de azúcar en sangre y reducen la inflamación, un factor clave en casos de exceso de peso y acumulación de grasa visceral, donde la inflamación crónica de bajo grado dificulta la recuperación y aumenta el riesgo de trastornos metabólicos. Este efecto puede ayudar a reducir los riesgos asociados con la obesidad, la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2.
¿Qué problemas ayuda a resolver el Astrágalo?
Fortalece el sistema inmunológico y reduce la inflamación
El astrágalo apoya la función inmunológica y ayuda a equilibrar las respuestas inflamatorias. Sus componentes activos, como los polisacáridos y las saponinas, potencian la actividad de los linfocitos T y las células asesinas naturales, responsables de detectar y destruir células infectadas o anormales. Además, el extracto de astrágalo reduce los niveles de citocinas proinflamatorias como IL-6 y TNF-α, que suelen permanecer elevadas durante el estrés crónico o los trastornos metabólicos, dificultando la recuperación y acelerando el envejecimiento.
Estudio: La suplementación con astrágalo llevó a una reducción en los niveles de citocinas inflamatorias y mejoró la regulación inmune en pacientes con diabetes tipo 2.
Mejora el metabolismo energético y reduce la fatiga crónica
El astrágalo ayuda a restaurar la energía celular al favorecer la salud mitocondrial, los orgánulos donde se produce la mayor parte de la energía celular. Los polisacáridos del astrágalo protegen las mitocondrias del estrés oxidativo y mantienen su función en situaciones de fatiga o enfermedad.
Estudio: Varias semanas de consumo de astrágalo redujeron significativamente los niveles de fatiga crónica en pacientes en comparación con el grupo de control.
Favorece la salud cardiovascular
El astrágalo mejora la microcirculación, protege las paredes de los vasos sanguíneos de la inflamación y ayuda a mantener la elasticidad vascular. Estos efectos son especialmente importantes en situaciones de estrés, presión arterial elevada y trastornos metabólicos.
Estudio: El uso de TA-65 (un compuesto derivado del astrágalo) durante 12 meses mejoró los marcadores cardiovasculares, incluyendo la reducción de la presión arterial y los niveles de colesterol.
Posee efectos antidiabéticos
Los compuestos del astrágalo (especialmente polisacáridos y flavonoides) mejoran la sensibilidad de los tejidos a la insulina, optimizan la función de las células beta pancreáticas y reducen los niveles de glucosa en sangre. Esto lo convierte en un suplemento prometedor para el soporte metabólico y la prevención de complicaciones relacionadas con la diabetes.
Estudio: Un complejo vegetal con astrágalo mejoró la glucosa en sangre, la función de las células beta y la actividad de las enzimas antioxidantes en pacientes con diabetes tipo 2.
Promueve la longevidad celular
El astrágalo puede activar la telomerasa, la enzima que protege los telómeros (extremos de los cromosomas), cuya longitud disminuye con la edad. Mantener la integridad de los telómeros se asocia con una mayor capacidad regenerativa y un envejecimiento biológico más lento.
Estudio: TA-65 (basado en compuestos de astrágalo) aumentó la longitud de los telómeros en adultos mayores después de un año de uso.
Mejora la fertilidad masculina
El estrés, la inflamación y la fatiga pueden afectar la motilidad espermática. Se ha demostrado que el astrágalo mejora la viabilidad y movilidad de los espermatozoides, lo que lo convierte en un suplemento potencialmente útil en casos de infertilidad masculina.
Estudio: En pruebas in vitro, el astrágalo aumentó la motilidad espermática en más del 45%.
Reduce el riesgo de tumores y cáncer
Los astragalósidos y otros compuestos activos del astrágalo modulan la función inmunológica y regulan el crecimiento celular, ayudando al cuerpo a combatir células tumorales. Los extractos han demostrado potenciar la actividad de los macrófagos y aumentar la producción de citocinas antitumorales.
Revisión: El extracto de astrágalo y sus saponinas regularon vías de señalización clave en cánceres gastrointestinales, demostrando actividad antitumoral.
Uso en usuarios de PEDs
Cuando se utilizan agentes hormonales, estimulantes u otras sustancias que generan estrés metabólico, el organismo trabaja bajo presión. Los riñones filtran desechos de manera más intensiva, la función inmunológica se ve suprimida y la inflamación y fatiga aumentan, incluso con una nutrición adecuada. En estas condiciones, el astrágalo puede ofrecer un apoyo real.
En primer lugar, ayuda a regular la inflamación. Aunque no siempre es evidente, el uso de AAS o estimulantes casi siempre se asocia con niveles elevados de citocinas proinflamatorias. Estas moléculas dificultan la recuperación, alteran la regeneración de tejidos y desequilibran el sistema inmune. Los compuestos activos del astrágalo modulan este proceso, reduciendo la inflamación sistémica, algo especialmente importante durante el PCT o en casos de fatiga crónica.
En segundo lugar, el astrágalo actúa como soporte renal. Las dietas ricas en proteínas, las cargas de entrenamiento intensas o los compuestos que aumentan el estrés metabólico pueden sobrecargar la función renal. Esto suele reflejarse en análisis de laboratorio con niveles elevados de urea o proteínas en la orina. El astrágalo puede ayudar a reducir estos marcadores y preservar la capacidad de filtración, lo que resulta particularmente relevante durante las fases de volumen o recuperación tras un ciclo exigente.
Además, favorece la energía y la resistencia. Se ha demostrado que el astrágalo reduce la sensación de fatiga crónica, mejora la capacidad de trabajo y acorta el tiempo de recuperación. De hecho, estudios muestran que tomar 500 mg de extracto dos veces al día redujo significativamente los síntomas de fatiga a largo plazo, incluyendo el agotamiento cognitivo y la letargia general, efectos que muchos atletas experimentan durante el PCT o las fases de definición.